Diversos procesos de innovación liderados por mujeres implementan prácticas sostenibles y eficientes en la Región de Valparaíso.
Con prácticas sostenibles, trabajo en red y una fuerte orientación hacia el valor agregado, las mujeres rurales están protagonizando una silenciosa pero potente transformación en el agro de la Región de Valparaíso. Su capacidad para adoptar nuevas metodologías, equilibrar producción con roles de cuidado y generar soluciones colaborativas ha convertido al liderazgo femenino en un motor clave de innovación en el campo chileno.
“Existe un gran componente de innovación en las mujeres, yo diría, de manera natural”, señaló el Seremi de Agricultura de Valparaíso, Sergio Salvador, quien destacó múltiples casos exitosos liderados por mujeres en iniciativas de producción limpia y economía circular. Añadió que este fenómeno es respaldado por políticas públicas con enfoque de género que impulsan su inclusión en la toma de decisiones y ejecución de proyectos sostenibles.
Desde Corfo, la gerenta del programa PerfrutS, Marcela Carrillo, sostuvo que las mujeres suelen adoptar la tecnología con mayor rapidez: “Buscan la eficiencia, buscan soluciones y son más abiertas a los procesos de cambio, incentivando a los equipos a adoptar más rápidamente la tecnología. Están más abiertas a metodologías ágiles y a hacer más iteraciones hasta optimizar su trabajo”.
Innovaciones
La mirada de innovación también está presente en el acompañamiento técnico. Giannella Fargerstrom, de INDAP Valparaíso, indicó que muchas mujeres del agro “tienen disposición a hacer las cosas de manera distinta”, destacando su ductilidad para probar combinaciones, incorporar valor a los productos y atreverse a cambiar. “Yo diría que las nuevas generaciones de mujeres incluso se atreven más”, afirmó.
Según Andrés Gálmez, representante regional de FIA, el trabajo colaborativo es otro sello: “Las mujeres trabajan mucho más en red y eso les permite enterarse de ciertas cosas que les ayudan a avanzar en innovación”. A juicio del experto, durante la pospandemia las mujeres fueron quienes mejor se adaptaron económicamente, impulsando la sostenibilidad a través del valor agregado.
Sandra Zolezzi, delegada regional de la Asociación de Mujeres del Agro (AMAGRO), concluyó: “Tenemos más visión a largo plazo. Como interactuamos de forma colaborativa con otras mujeres, se nos ocurren más cosas. Las mujeres somos capaces de conectar, de armar redes, de buscar soluciones a problemáticas que muchas veces no todas las personas tienen la visión de hacerlo”.